Diseñar con papel: Técnicas y posibilidades del papel en el diseño gráfico
El papel es a menudo considerado simplemente un medio para transmitir y almacenar información, un soporte para palabras e imágenes que capturan nuestra atención y relegan la sustancia del papel a un segundo plano discreto. Sin embargo, a pesar de las infinitas posibilidades del mundo digital, el papel sigue siendo un material insustituible en muchos aspectos.
El valor inherente del papel
Con el avance de la tecnología digital, las imágenes y los textos ya no dependen exclusivamente del papel. Podemos imprimir en una variedad de superficies o, simplemente, no imprimir en absoluto. Las pantallas digitales, sin embargo, no pueden doblarse, arrugarse ni rasgarse. En este contexto, el papel sigue siendo un medio accesible, universal, íntimo y especial para presentar y conservar información visual. A menudo se piensa que el diseño gráfico es una actividad bidimensional, pero cualquier cosa más compleja que un simple cartel opera en tres dimensiones.
Diseño gráfico tridimensional y su impacto en el lector
El diseño gráfico tridimensional en papel suele requerir la participación activa del lector. Esta interactividad tiende a hacer que el diseño sea más memorable y que la información presentada se asimile mejor que la que simplemente se observa en superficies planas. La lectura se convierte en una experiencia inmersiva, donde el lector no solo absorbe el contenido, sino que también se convierte en cómplice del diseñador.
El uso de cortes y pliegues innovadores introduce una relación dinámica con el tiempo y el espacio. Una hoja de papel plana ofrece una visión general de todos sus elementos de una vez, pero cuando se dobla para crear múltiples páginas, estas no pueden verse simultáneamente, creando una experiencia secuencial en el tiempo. Pliegues más complejos diversifican aún más esta experiencia, haciendo que el lector explore el objeto en varias ocasiones para comprender su mecanismo. |
Interactividad y participación del lector
El trabajo diseñado para ser construido en papel implica un nivel de interacción que invita al lector a participar activamente. Esta participación no solo facilita una mejor retención de la información, sino que también convierte la experiencia de lectura en una exploración. La obra deja de ser solo observada y se convierte en algo que se experimenta y se interpreta individualmente. El lector, al interactuar con el objeto, colabora con el diseñador en un proceso que va más allá de la mera recepción pasiva del contenido.
El poder de los pliegues y cortes
Los cortes y pliegues en el diseño gráfico no solo embellecen el objeto, sino que también modifican la percepción del tiempo y el espacio del lector. Un simple pliegue puede transformar una hoja de papel en un objeto tridimensional que requiere ser explorado secuencialmente. Esta interacción espacial y temporal añade una capa de complejidad y profundidad a la experiencia del lector, que debe manipular el objeto para descubrir todos sus secretos.
El papel, en su simplicidad, ofrece una riqueza de posibilidades que el mundo digital aún no puede igualar. Diseñar con papel no solo implica creatividad y habilidad técnica, sino también una comprensión profunda de cómo las personas interactúan con los objetos físicos. La transformación de una hoja plana en un objeto tridimensional interactivo enriquece la experiencia del usuario y establece una conexión más profunda entre el diseñador y el lector. A través de cortes y pliegues, el diseño gráfico en papel puede ofrecer una experiencia dinámica e inolvidable, demostrando que, en la era digital, el papel todavía tiene un lugar crucial en el arte del diseño.
* Post basado en el libro "Diseñar con papel: Técnicas y posibilidades del papel en el diseño gráfico" de Natalie Avella.